Las piscinas terapéuticas son una forma única y efectiva de tratar una amplia variedad de dolencias y afecciones. Estas piscinas, que se calientan a una temperatura más cálida que las piscinas tradicionales, permiten que los pacientes se sumerjan en el agua y reciban tratamiento mientras flotan y se relajan.

Una de las principales ventajas de las piscinas terapéuticas es su capacidad para reducir el estrés y la tensión del cuerpo. El agua cálida y la flotación combinadas con el movimiento suave ayudan a aliviar la tensión muscular y a reducir el dolor.

Además, las piscinas terapéuticas son beneficiosas para personas con artritis, fibromialgia y otras condiciones crónicas, ya que el agua soporta el peso del cuerpo, lo que reduce la tensión en las articulaciones y permite el movimiento libre de dolor. Su profundidad suele ser uniforme, no superando los 1.45 metros y con barras de acero inoxidable en los costados y en el centro para facilitar los ejercicios.